Ciencia y Género

Publicación digital de género y diversidad del CCT Patagonia Norte

En relación a una nueva convocatoria del Premio Nacional L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia”.


En relación al lanzamiento de una nueva convocatoria del Premio Nacional L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” en colaboración con el CONICET, aprovechamos la oportunidad para recuperar algunas reflexiones de una de las ganadoras de este premio en el año 2014, perteneciente a nuestra comunidad del CCT. 

Adriana Serquis, investigadora del CONICET y directora del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (INN, CONICET-CNEA) cuenta la experiencia de recibir el premio, las implicancias y desafíos en la carrera científica.

"Hace mucho tiempo pensaba que estos premios eran discriminatorios, que eran innecesarios o que no tenían mucho sentido. Después, con el paso del tiempo, me di cuenta de que eran una oportunidad para que mujeres y niñas empezaran a tener modelos, porque muchas veces nos faltan modelos de mujeres a lo largo de nuestras carreras. La mayoría de las historias que nos cuentan sobre la ciencia están plagadas de hombres y es importante empezar a ver que se invisibilizaron muchas tareas de mujeres muy valiosas que son parte de la historia y de la trayectoria.

Respecto del avance, creo que estos años ha sido incrementada la cantidad de visibilidad que tiene justamente la presencia de mujeres en desarrollos científico-tecnológicos. La verdad es que es interesante ver las grandes oportunidades, tanto para estar visibles, como para la persona en sí misma. También reconozco el incentivo que te da poder mostrar lo que hacés, que tenga visibilidad; es una palmadita en la espalda para que el equipo de trabajo que formaste, porque estos premios no son sólo a la persona, sino a todo el equipo que fue acompañándote en ese trabajo de investigación. Eso fue algo importante en mi carrera". 

"El tema de trabajo por el cual fui reconocida en ese momento tuvo que ver con algo que englobaba muchas de las áreas y temas con los que venía trabajando, que se llamó Materiales para energías limpias. Venía trabajando en materiales superconductores, aquellos que son capaces de conducir electricidad a muy baja temperatura y que podían ser pensados para sistemas como el almacenamiento de energía, como para poder ser utilizados para imanes de resonancias o para otras aplicaciones. Pero, por otro lado, estábamos trabajando ya fuertemente en otros materiales relacionados con la tecnología del hidrógeno, que son materiales, nanomateriales y técnicas que hacen más eficientes diversos componentes de lo que se llaman pilas de combustible o celdas de combustible que permitían poder utilizar hidrógeno u otros hidrocarburos de manera más eficiente, de manera tal de poder aprovechar ese hidrógeno para la generación de energía eléctrica. 

Siempre me interesaron los temas relacionados con la energía, me parece que las aplicaciones tecnológicas que hacen posible tener mejor energía, sobre todo energía eléctrica, y de manera más eficiente y con menor contaminación ambiental, son relevantes para el desarrollo de un país".

Foto 1. Grupo de trabajo de cuando fue premiada en 2014. Foto 2: Adriana Serquis cuando ejerció como presidenta de la CNEA.

"Como siempre nos pasa, muchos de los desafíos y, sobre todo, de los obstáculos, nos resultan un poco invisibles, porque los naturalizamos. Naturalizamos que nos cueste más, que nos digan cosas que nos molestan y nos callamos. Naturalizamos que entremos a un taller mecánico y nos encontremos con imágenes ofensivas y que no podamos decir nada. Naturalizamos los chistes, que nos convirtamos siempre en las secretarias de una reunión o en las que tienen que lavar las cosas en un laboratorio.

Las funciones de las mujeres, muchas veces se ven como la segunda. Muchas veces se desestiman las opiniones de las mujeres y es más fácil verlo en las demás. A mí aprender a verlo en las demás y ayudar a defender esa postura, me ayudó a revisar mi propia carrera y pensar ¿cuán fácil o difícil me resultó dejar a mis niñes en el jardín y que la maestra me cuestionara por qué viajaba a una conferencia? Algo que nunca le cuestionaban a un padre y que nos hace sentir culpables o que nos hace más difícil el poder dedicarnos también de la misma manera cuando una comparte tareas como la maternidad y la paternidad.
En esas cosas es en donde una encuentra que los obstáculos son más difíciles; en la culpa, en el tener que dedicar un poco más, en tener que mostrar un poco más de lo que tendría que mostrar un hombre. 

Y con respecto a ocupar lugares jerárquicos, es otro lugar muy difícil, porque una ya está en una posición en la cual una cree que ya no le van a decir ciertas cosas, pero es al revés. Creo que cuando hay un hombre, no le cuestionan muchas cosas, mientras que nosotras recibimos constantemente desafíos, te ponen en cuestionamiento cualquier cosa que hacés. Y ese cuestionamiento en la forma de tomar decisiones, en tener que comportarte de una manera autoritaria, sino una no puede ocupar esa posición, y cuando una se niega a tomar esa posición, una empieza a notar que no es tan fácil para una mujer ocupar esos lugares.

Por último, en esas posiciones jerárquicas, o incluso a lo largo de toda la carrera, sentimos una responsabilidad enorme, nos la pasamos sintiendo o culpa o mucho peso por la responsabilidad. No sentimos la posición jerárquica como un lugar desde donde ejercer poder para tener esa autoestima más elevada y es así como no es fácil ocupar esos lugares, pero es necesario. Es importante animarse y poder ayudar a otras a subir esos escalones".

Fuente: Comisión para la prevención de la Violencia Laboral y de Género.